sábado, 15 de noviembre de 2008

Luis R. González o como las abducciones son una tontería porque yo también soy tonto

Hace un par de días me pase por las Jornadas de Ciencia y Tecnología, que se vienen celebrando aquí hace varios años, y me encontré con sopresa con que Luis Alfonso Gámez había organizado un nuevo sarado, para sacarle algo de dinero a la Universidad del Pais Vasco y a su periódico. Y de paso para sacarle unas pesetillas a sus compis del la ARP y del Círculo Escéptico, ignoro si los organizadores de la semana de Ciencia y Tecnología también les han puesto dinero, pero no me extrañaría, ya que para ellos cualquiera que afirme que no existe nada misterioso y que la ciencia lo soluciona todo merece ser subvencionado generosamente. Hay que eliminar competencia...

El espectáculo era bastante patético, porque había arrinconado a los escépticos en una esquina de recinto bastante triste, con una megafonía pésima y al final casi no había nadie para escucharlos. Yo sentía curiosidad por escuchar a Luis R. González, porque he seguido durante años sus comentarios bibliográficos en Cuaderno de Ufologia, pero parece que González, cansado de ver como Ballester Olmos, Ares de Blas, Luis Alfonso Gámez, Javier Armentia y sobretodo Miguel Angel Sabadell se estaban forrando con sus conferencias, libros, artículos, etc, ha decidido escribir su propio libro, y se vino a Euskadi a ver si vendía unos cuantos.


Por mucho que Gámez se esforzó en la presentación por convencernos de que lo comprásemos, ese y los de los demás participantes en las jornádas que iban a vender sus libros, la charla de González fue tan ridícula que yo no pude quedarme ni hasta la mitad... Tembloroso, balbuceante, inseguro de lo que decía, González intento argumentar que los ovnis no existen, utilizando el viejo recurso de escoger los casos mas absurdos y ridículos, y sobretodo de contenido sexual (viendo la cara de sátiro del conferenciante no es difícil imaginar porque), y pretendiendo traspolarlos a la generalidad. Como el argumento fascista de que todos los vascos somos terroristas porque algunos vascos lo son.

Pero lo genial de González fueron sus argumentos para desacreditar el fenómeno. Por ejemplo, la encuesta de Bud Hopkins para localizar abducidos... Atención al argumento: "Un experto elabora una encuesta con varias preguntas de control para localizar personas que hubiesen podido haber teneido una experiencia OVNI y haberla olvidado conscientemente. González dice que las preguntas de esa encuesta no demuestran un contacto OVNI sin un delirio cualquiera... ¡¡porque el mismo puede responder afirmativamente a todas ellas!!. Ja,ja,ja... reconocereis que al menos González es sincero... es el primer escéptico que reconoce su patología. Aunque teniendo en cuenta que González no es médico, ni tiene ninguna formación médica, es divertido escucharlo decir que es o que no es patológico. Pero ya sabemos que hasta un periodista puede saber más aeronaútica que un piloto, si dice que los ovnis son una tontería. Eso es lo politicamente correcto.

Otra de las mejores tonterias del trozo de conferencia que escuché, es otro de esas estupideces que todos los escépticos repiten una y otra vez, conviertiéndolo en argumento "científico". Decía González que los ovnis no existen, porque antes de que existiese la primera abducción, ya había comic de ciencia ficción que hablaban de secuestros por extraterrestres... Solo hay que echar un vistazo a la historia de la ciencia ficción para descubrir que, según el arguménto escéptico, el viaje a la luna, la carrera espacial y hasta los aviones, son un mito... porque la ciencia ficción ya especuló con esa posibilidad a principios del siglo XX... Ante tonterías como estas preferí irme a disfrutar del pabellón de astronaútica. Uy, lo olvidaba, si eso no existe, porque Julio Verne ya había escrito que el hombre llegaría a la luna... luego toda la carrera espacial es una estafa de un grupo de vividores...

Menos mal que ni dos decenas de personas, la mayoría miembros de la misma organización de la Semana o del mismo grupo escéptico, escucharon tanta tontería... La Semana de Ciencia ofrecía cosas mucho más interesantes...